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SHIATSU ZEN

Mi experiencia

Recuerdo todavía la primera experiencia cuando recibí un tratamiento de Shiatsu. Fue en un curso introductorio de fin de semana el mes de marzo del 2003 en Barcelona.

Estaba tendido hacia arriba, con mi cuerpo sobre el futón. El futón es un colchón relleno de miraguano, una especie de algodón japonés del árbol kapok de Java. Esto te permite sentirte cómodo y a la vez estar en contacto con el suelo, formando parte de la cultura tradicional japonesa que siempre ha tenido mucha relación con el contacto con la tierra.

En ese momento la profesora se puso a mi lado en posición seiza (de rodillas) y puso su mano sobre mi abdomen (Hara en japonés), cerrando los ojos como si fuera a realizar una oración. En ese momento, se creó un gran ambiente de silencio en la sala, mientras mis compañeros observaban. Cerré mis ojos y tuve la experiencia de sentirme plenamente conectado con mi cuerpo, especialmente en el Hara, la zona donde suavemente colocó su mano. Se produjo una conexión profunda entre la terapeuta y yo, sabía que estaba escuchando mi cuerpo y de lo que mi cuerpo en silencio le dijera así realizaría el tratamiento. A raíz de esa experiencia inicié mi formación como terapeuta durante 3 años finalizando los estudios en junio del 2006.

El Shiatsu Zen es un método que permite que el cuerpo encuentre por sí mismo su propio restablecimiento energético, pero a la vez es una enseñanza profunda de conocimiento de uno mismo, tanto para el receptor como para el terapeuta. Estar en silencio, escuchar, observar, sentir, respetar… son algunas de las cualidades que se desarrollan en las sesiones de Shiatsu Zen.

Antes de iniciar la sesión de shiatsu mantenemos una conversación con el receptor para que nos indique qué le ocurre, cómo está emocionalmente, cuáles son sus hábitos de alimentación, cómo duerme y lo relacionaremos según la teoría de la medicina tradicional china.

Durante el tratameinto de Shiatsu Zen no hablamos, pero se está permanentemente en contacto, observando las reacciones y cambios de las zonas que trabajamos.

Una breve introducción

El Shiatsu es una técnica de terapia corporal japonesa, oficialmente reconocida en Japón. Fue desarrollada por el maestro Namikoshi quien tuvo de alumno a Shizuto Masunaga.

 

El Shiatsu como técnica se basa en la medicina tradicional china. Se realizan presiones con los dedos, sobre puntos clásicos de acupuntura. También se realiza masaje, rotaciones de las articulaciones y algunos estiramientos.

Pero el Maestro Shizuto Masunaga le dio un aporte diferente, puesto que introdujo un aspecto importante de la cultura japonesa, el Zen. La simplicidad, lo directo, la escucha íntima.

Para los japoneses el centro del ser se sitúa en el Hara, en el abdomen, esta zona, en el Zen Shiatsu, refleja la energía de los órganos y sus correspondientes meridianos del cuerpo.

El Maestro Shizuto Masunaga en su libro Shiatsu Zen (Ed. Paidos 1994) describe el concepto del Shiatsu Zen, el cual él creó. Consideraba que el Zen había influenciado muchos aspectos de la cultura japonesa como el Kendo , el tiro al arco, la jardinería, la ceremonia del té…incluso comenta “De hecho es tan grande la influencia del Zen que los japoneses han dejado de reparar en ella”.

Su interés en aplicar la influencia del Zen en el Shiatsu se basaba en esa actitud presente, consideraba también que era importante conocer la filosofía oriental para aplicar un buen shiatsu y  aseguraba que “se puede llegar al satori (despertar, iluminación) curando enfermedades y devolviendo la salud a los demás.

Shizuto Masunaga

Masunaga desarrolló el Shiatsu Zen con la intención de establecer un eco vivo con la persona que recibe el tratamiento.

“La medicina oriental no es tan racional como la occidental, pero si respetamos los misterios de la vida y conseguimos que el paciente tome conciencia de sí mismo, la enfermedad desaparecerá y el paciente se esforzará en restablecerse por sí solo. Poniendo la mano en un punto o tsubo, o recorriendo un meridiano con los dedos, tal vez llegue a sentir el “eco vivo”. Si logra percibir y comprender esta sensación, la enfermedad desaparecerá por si sola”.

Cita de  Shizuto Masunaga de su libro Shiatsu Zen. 1994

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